—¡Piluca! Bienvenida a Hoylaliamos.com, el portal de gamberradas light para amantes de la mostaza de Dijon —le dice la CEO de la empresa.
De repente, veinte adultos de entre 25 y 35 años, con bambas, tejanos y camisetas frikis salen de detrás de unas enormes cajas de madera, globos en mano y cantando una canción de Enrique y Ana remasterizada por una start-up de San Francisco.
—¡¡¡Guau!!! —exclama Piluca—. ¡Qué súper guay!
Y empieza la carretada de besos con los que serán sus nuevos compañeros. El Business Mobile App for Everybody (BMAfE), el Manager Recruiter in Twitter (MRiT) y el Coffee for Everyone (CfE) son los más rápidos. Ellos ya llevan cuatro start-ups en los últimos dos años y saben que ser el primero en besuquear es clave.
—Piluca, aquí podrás hacer carrera, ya lo verás —le dice la CFO—. Este es tu plan para hoy:
9.05 Recoger los globos.
9.10 Firma del contrato con el paquete retributivo de stock options y vales descuento del Dunkin Donuts.
9.25 Stand-up meeting sobre estrategia global.
10.30 Descansar un poco, que los meetings de pie cargan las piernas, y aunque parecemos todos muy jóvenes y fashions, ya pasamos de los treinta.
12.00 Conference call con la sucursal de Brasil, si todavía no ha cerrado. Si lo ha hecho, ya llamaremos a alguna otra.
Hasta las 20.00 h, pasa el rato como puedas. Tenemos cafetería, billar, ping-pong y futbolín.
A las 20.00 h, reunión con los inversores del venture capital en el after work MoneyForNothing de la calle Enric Granados.
A partir de las 24.00 h quedas libre para irte a casa de tus padres o al piso patera en el que vivas.
—¿Estás preparada para la aventura más trepidante de tu vida?
Y Piluca, con lágrimas en los ojos, grita el «READY!!!» con un berrido que pone los pelos de punta a los del open space.
Al día siguiente, Piluca llega con resaca al trabajo. La noche pasada fue larga. Los inversores eran simpatiquísimos y su inglés «born in Antequera» era para morirse de risa.
No tiene ordenador en el puesto de trabajo. Se ve que esto es un Bring Your Own Device, y ella no ha caído en traerse el Mac que le regalaron. Tendrá que tirar de móvil, pero lo tiene que hacer desde el lavabo, porque la Wi-Fi de la empresa está tan saturada de cosas que se cuelga más que un panda.
A las 12 le envían un whats para convocarla a un nuevo meeting. ¡Esto es la bomba! Coge un par de globos del primer cajón de su despacho, los infla, los ata con el cable de los headphones (se tendría que comprar unos con Bluetooth, así da un poco de pena) y se va para allá.
La responsable la recibe junto a un personaje encorbatado que presenta como el abogado de start-ups más importante del mundo (de aquel mundo). Le dicen que la despiden porque el del venture capital de ayer ha decidido que hay que aumentar el ROI y sobra gente. Que no es nada personal. Que es solo el criterio contable del LIFO: last in, first out. Que aquí tiene una carta de recomendación firmada por el propio fundador de la empresa (que nos dejó dos mil firmadas antes de ir a tocarse las narices a Mauricio).
Sus compañeros le han preparado una fiesta de despedida en una hamburguesería de Poble Nou. Todos llevan camisetas de Peter Pan.
Dedicado a la gente de JobAndTalent, de Fever y de otras tantas otras empresas como ellas.
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