—Buenas tardes, querría jugar a squash esta tarde a las siete y media, pero no soy socio. — Imposible —responde la chica de atención al cliente del Club Natación Sabadell. —Quizás no me he expresado bien —digo con calma—. ¡Quiero jugar pagando! —Aquí para jugar se tiene que ser socio. —Es que, ¿sabe lo queLeer más
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