—¡Oye! ¿Cómo estás?
—Muy bien. ¡¡A tope!!
—Tú siempre vas de cabeza… ¿Qué estás haciendo ahora? —le pregunta Juan a su amigo.
—Estoy haciendo el Master in Strategic Business Overseas OhYeah —responde muy ufano Manuel.
—¡Vaya! Suena fuerte, ¿no? Pero, ¿no hiciste uno que se parecía? —inquiere Juan.
—Nooo, aquel era Digital Strategic Management Very Good Looking… Ya lo ves, solo coincide una palabra…
—Y eso, ¿para qué sirve exactamente? —pregunta Juan.
—¿Para qué sirve, dices? ¿Que para qué sirve? … Mmm, no lo sé muy bien, pero se ve que sirve muchísimo. ¡Ahora todo el mundo pide que seas MSBOO!
—Sí que estoy poco actualizado —dice Manuel—. ¿Y de qué va?
—Pues siempre se parte de un supuesto real: administras una empresa global con recursos ilimitados que explota una patente inimitable con un equipo súper motivado, y consiste en hacer unas proyecciones financieras utilizando cualquier herramienta que te puedas descargar por Internet, pero que hayas visto en Twitter con, como mínimo, 1000 followers —explica Manuel.
—Parece complicado, ¿no?
—Sí, lo es. Afortunadamente hacemos un break cada treinta minutos para estirar las piernas y sacar la energía negativa. Además, nos han puesto un coach personal para no bloquearnos mientras pensamos. Es una especie de chamán que va con una túnica blanca y solo con cogerte de las manos ya te pasa una corriente súper positiva.
—¿Y sois muchos en clase? —pregunta Juan, curioso.
—Apuntados somos cincuenta y cuatro, pero unos cuarenta vienen tarde y otros se van antes porque tienen que preparar la GuayGuayParty que hacemos cada día par en un local cercano… A veces, incluso he estado solo… Bueno, solo con el profe y el coach, que no se separa de mí en ningún momento.
—Pero, escucha, si no es mucho preguntar… ¿Quién paga todo esto?
—Se utiliza el sistema QLPR (Que Lo Pague Rita), donde R (Rita) es: los padres, la Administración pública o la multinacional de turno que paga diez y se deduce veinte del Impuesto de Sociedades.
—¡Qué pasada! ¡Qué bien montado está todo y cómo me gusta el QHPR! —dice Juan. —¿Y eso es sostenible?
—¿Sostenible? Supongo. Yo llevo quince años enlazando una cosa con la otra, y de momento tira —explica Manuel.
—¿Pero quieres decir que nuestras empresas pueden absorber tanto directivo súper cualificado?
—No me lo había planteado nunca, Juan. ¿Quieres decir que es relevante eso que dices? —contesta Juan, muy indignado.
—Seguramente no, Manuel. A veces me equivoco buscando el lado práctico de las cosas.
—Mira, Juan, te daré un consejo: matricúlate en algún sitio, disfruta de la buena compañía y de las mejores juergas, sácate un título, cuélgalo en alguna pared y en LinkedIn, y vuelve a apuntarte a algún otro sitio.
—¡Eres un crack, Manuel! Se nota que tienes estudios.
Deja tu comentario